La rehabilitación es una herramienta clave para abordar desigualdades sociales y mejorar la calidad de vida de las personas. Por eso, durante el año 2018, el Consorcio de la Vivienda de Barcelona impulsa una nueva convocatoria de ayudas para rehabilitar el interior de las viviendas y los elementos comunes de los edificios, así como para mejorar la eficiencia energética de los inmuebles.
En esta convocatoria se han aplicado diversas medidas para proteger a las personas arrendatarias. Así, por primera vez, las subvenciones para los pisos de alquiler están condicionadas a que el precio de la vivienda se ciña al índice de referencia de precios de alquiler de la Generalitat de Cataluña, impulsado conjuntamente por el Ayuntamiento de Barcelona.
Asimismo, se mantienen otras medidas de convocatorias anteriores como la obligación de mantener las mismas condiciones económicas antes y después de la rehabilitación o la prórroga de los contratos hasta un mínimo de cinco años.
Otra novedad de este año es la creación de un programa específico para las fincas que, por su complejidad socioeconómica, suelen quedar fuera de las convocatorias ordinarias. Estos inmuebles se han identificado gracias a un trabajo de diagnóstico que se ha plasmado en un plano de vulnerabilidad residencial de la ciudad. Con estas fincas se está realizando un trabajo de acompañamiento que mezcla fomento de la rehabilitación e intervención sociocomunitaria.
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