Los asistentes virtuales para las comunidades de vecinos podrían considerarse como uno de los efectos secundarios positivos de la pandemia de coronavirus que se desató en 2020.
Al convertirse las reuniones presenciales en una potencial amenaza para la salud pública, se abrió el espacio para la innovación tecnológica en un espacio social que se encontraba relativamente rezagado en este aspecto, al menos en España, aunque esta situación está cambiando.
Los asistentes virtuales son herramientas tecnológicas dotadas de inteligencia artificial que inicialmente se popularizaron a través del uso de los móviles y que luego han pasado a otros espacios, como las instituciones educativas y el ámbito empresarial.
Estos asistentes pueden buscar información solicitada, responder dudas, dar alertas o recordar reuniones, entre otras muchas funciones.
En educación se utilizan para la enseñanza de idiomas y otras actividades de aprendizaje. Los actuales programas se retroalimentan y pueden realizar nuevas funciones cada día.
Ventajas de los asistentes virtuales para las comunidades de vecinos
Son numerosas las ventajas que pueden ofrecer los asistentes virtuales para las comunidades de vecinos:
- Ahorran tiempo y mejoran la comunicación entre los propietarios, y entre estos y el equipo administrador. Para empezar, acaban de una vez por todas con esas carteleras desactualizadas que nadie revisa, y pasan información individualizada sobre las reuniones y actividades pautadas en la comunidad, a través del correo electrónico, WhatsApp o cualquier otra red social que se elija.
- Están disponibles las 24 horas cualquier día de la semana para responder dudas, aclarar problemas o recibir quejas. No son aquel coordinador que nunca encontramos cuando hace falta.
- Cualquiera de los propietarios puede visualizar, reportar o consultar incidencias, o ponerlas a disposición del resto de los usuarios y administradores.
- Se pueden hacer reuniones virtuales y mantener el contacto sin necesidad de acudir a un espacio físico determinado.
- Acceden a recibos y presupuestos de la comunidad, realizan pagos de servicios o hacen consultas a la administración.
- Mantienen a los miembros de la comunidad informados, pueden dar alerta o informar si un vecino tiene demasiado tiempo inactivo (lo que es perfecto en comunidades con propietarios de avanzada edad).
- Han mostrado su eficacia en la administración de espacios durante la pandemia de covid-19, al servir para reservar espacios en piscinas y comedores, y mantener un aforo seguro.
- Pueden ir aprendiendo o adquiriendo nuevas funciones útiles para la comunidad.
Ejemplos de las funciones de los asistentes virtuales para las comunidades de vecinos
Imagina que hay un par de bombillas fundidas en el estacionamiento, o que hay una tubería perdiendo agua en una de las calles de la comunidad.
Tradicionalmente, llamarías por teléfono al encargado o a alguien que tenga contacto con la administración, y esperarías varios días a ver los resultados. Se cumplimentarían los formularios y habría llamadas al servicio de mantenimiento para que vayan a inspeccionar, etc.
Con un asistente virtual bastaría con fotografiar las bombillas o la tubería y decir dónde están; el asistente pasa la información directamente a la administración, que la reenvía de inmediato al servicio de mantenimiento, prácticamente sin intervención humana y sin papeleo.
Ya hay, al menos, unas 300.000 comunidades de propietarios que están utilizando asistentes virtuales y es probable que esa cifra se duplique en muy poco tiempo. Sin duda, la inteligencia artificial se ha convertido en la nueva herramienta de las comunidades de vecinos.