El cambio de hora para entrar en el horario de invierno se producirá en España el último fin de semana de octubre. Este año, 2017, se realizará durante la madrugada del sábado 28 de octubre al domingo 29. En esta ocasión, al entrar en el horario de invierno, se debe atrasar una hora el reloj. El cambio se hará efectivo a las 3.00 horas de la madrugada del 29 de octubre, cuando volverán a ser las 2.00 horas. Así pues, y como se dice coloquialmente, esa noche disfrutaremos de una hora más de sueño. De esta manera, se acabará con el horario de verano, que empezó el domingo 26 de marzo.
¿Desde cuándo se hace?
La medida del cambio de hora se adoptó por primera vez durante la primera guerra mundial, cuando algunos de los estados implicados en el conflicto lo hicieron con la finalidad de ahorrar carbón. De todos modos, la primera vez que fue propuesto fue en 1784 por el político estadounidense Benjamin Franklin, padre fundador de los EEUU, cuando este era embajador en Francia. En aquella época era para ahorrar velas durante la noche. Actualmente, se hace por razones de ahorro de energía y consumo, para aprovechar más la luz del día. Por estos motivos, la medida comenzó a implantarse de forma desigual a partir de 1974, coincidiendo con la crisis del petróleo.
En la Unión Europea se aplica como normativa desde 1981, una regla que se ha renovado cada cuatro años hasta el 2011, cuando entró en vigor la directiva europea 2000/84, que entre otras cosas unifica los días en los que se produce el cambio horario en los países de la UE. Estos son el último domingo de octubre para la entrada del horario de invierno y, para el de verano, el último domingo de marzo. Cabe recordar que el cambio del horario de verano al de invierno se aplica desde 1996 el último domingo de octubre, antes era en septiembre.
¿En qué te afectará?
El cambio de hora se produce dos veces al año. En el caso del próximo 29 de octubre ganamos una hora de sueño, a diferencia del cambio al horario de verano -en marzo-, que se pierde una hora al adelantar el reloj. Así pues, a partir del último domingo de este mes, amanecerá y anochecerá más pronto. El objetivo es ahorrar energía, ya que la hora se adapta al ciclo de la luz solar. De esta manera, se produce un pequeño ahorro económico por el menor consumo de electricidad. Se busca que las horas de luz se ajusten al horario laboral más común.
En general, es más fácil aclimatarse a cuando se ‘gana’ una hora de sueño que a cuando se ‘pierde’, al igual que sucede con el ‘jet lag’. Por lo tanto, el cambio de hora que podría afectar más sería el de marzo, el de verano.
La afectación depende de la persona. A los que más les afectan los cambios horarios son a los niños y los ancianos. Por norma general, el ajuste del reloj puede influir negativamente en el humor y el estado de ánimo, aunque diversos estudios realizados divergen sobre estos cambios de salud por la alteración horaria. Estos efectos negativos se suelen superar en 2 o 3 días.
El ahorro medio para un hogar español es de seis euros, lejos de los 10 de hace unos años, según datos el Instituto para la Diversificacion y Ahorro de la Energía (IDAE). El potencial de ahorro en iluminación en España representa un 5% del consumo eléctrico, unos 300 millones de euros, de los cuales 90 millones correspoden al de los hogares. En Catalunya, el ahorro anual en iluminación supone solo 15 millones. El ahorro se ha reducido respecto al pasado por el uso de la tecnología LED.
A partir del domingo 29, y durante cinco meses, España estará en la zona GMT+1, una hora por delante del tiempo que marca el meridiano de Greenwich (Greenwich Mean Time GMT). Canarias marcará la misma hora que el GMT.
Consejos para adaptarte mejor al cambio
Un equipo médico de Salud Mapfre ofrece una serie de consejos para adaptarse mejor a los cambios horarios:
-El ejercicio físico suave puede ayudar a «avanzar» el reloj interno.
-Mantener horarios regulares de sueño todo el año.
-Exponerse a la luz solar durante una o dos horas en los días posteriores al cambio puede ayudar a sincronizar los ritmos desestabilizados.
-Modificar el horario de las comidas y evitar la ingesta de cafeína y alcohol.
-Adaptarse al cambio horario desde unos días antes. Una semana antes introducir pequeños cambios progresivos de 10 minutos cada día en el sentido del próximo cambio de horario.