En todas las comunidades de vecinos hay gastos fijos que deben afrontarse con el pago de cuotas por parte de sus miembros. Si se produce un aumento de los gastos en una comunidad es necesario repercutirlo a los propietarios.
En los últimos meses, la subida progresiva de los precios del gas ha tenido un impacto importante en todos los sectores. Sin embargo, uno de los entornos donde se ha notado un impacto muy negativo ha sido en las comunidades de propietarios.
Medidas adoptadas
Con la subida del precio del gas muchas comunidades han visto incrementados, incluso hasta llegar a duplicarse, sus gastos mensuales. Ante esta situación, en las diferentes comunidades se establecen medidas que pueden ayudar a reducir este gasto o que permiten aumentar los ingresos.
Uno de los aspectos a tener en cuenta es el establecimiento de horarios limitados para el uso del gas. Además, en muchos casos, se están aprobando nuevas derramas en las comunidades que pueden ayudar a afrontar estos gastos.
La situación se complica en el caso de usuarios que tienen una calefacción central en el edificio y tienen que pagar a partes iguales por el mismo volumen de consumo del edificio. En el caso de miembros de comunidades que tengan un contador individual, no existe ningún problema porque se puede ajustar el consumo de forma individual.
Una de las medidas más adoptadas por las comunidades es la relativa a minimizar los gastos. Por ello, habitualmente optan por disminuir las horas de uso y adoptar medidas de eficiencia energética.
Aspectos como la revisión de las ventanas, la instalación de paneles solares, la mejora del aislamiento en las paredes o la instalación de mini aerogeneradores son aspectos que ayudan a minimizar las consecuencias de esa reducción.
Una de las consecuencias más importantes se está produciendo porque muchas compañías de gas están renegociando los contratos que tenían con las comunidades. En muchos casos son contratos de tarifa fija anual y ahora están subiendo los precios y estableciendo tarifas variables.
En muchas comunidades se está adelantando la instalación de contadores individuales, que no será obligatoria hasta 2023, porque, de esta forma, cada miembro de la comunidad tendrá que pagar por lo que consuma.
Muchos propietarios se están encontrando que, aun consumiendo lo mismo de un año a otro, han tenido que pagar un 100% más en la factura de este año. Esta situación está poniendo en una tesitura complicada a muchos miembros de las comunidades, que se pueden encontrar con problemas de morosidad a corto y medio plazo.
Las restricciones en el uso de la calefacción en los edificios afectan a todos por igual y la situación hace que no sea posible cortar la calefacción a los que no pagan, porque en muchos casos se trata de una instalación central.
Esto está provocando en las comunidades de vecinos muchas tensiones e incomodidades que generan situaciones complicadas de gestionar normalmente.
Sin duda, la subida del gas está teniendo un impacto importante en las comunidades de vecinos y hay que saberla gestionar adecuadamente para evitar problemas mayores y situaciones indeseables.