Aunque el Código Civil da muchas facilidades a los herederos para que no se vean perjudicados por la herencia deferida en su favor, sin embargo, ciertas circunstancias pueden conducir a que aquellos prefieran no aceptarla. Para tener claras estas situaciones es conveniente saber cómo renunciar a una herencia.
Los motivos
Ciertamente es muy particular la razón de cada persona para decidir qué hace con la herencia a la que ha sido llamada: la enemistad o nula relación con el fallecido, no querer tener problemas legales, la incertidumbre acerca del contenido de la herencia, etc…
Algunas personas, en previsión de las vicisitudes que en su propia herencia puedan acontecer, deciden repartir sus bienes a través de donaciones en vida. Es una manera de asegurarse el absoluto control sobre el reparto. Este modo de proceder es admisible, siempre que se respeten las legítimas de los herederos forzosos.
¿Realmente es necesario repudiar la herencia?
En primer lugar, recuerde que renunciar, repudiar o rechazar la herencia son términos sinónimos.
Nuestro ordenamiento jurídico, tanto para evitar situaciones comprometidas a los herederos, como para promover la aceptación de la herencia, contiene una figura jurídica muy interesante: la aceptación a beneficio de inventario. Consiste en lo siguiente:
– Supone una auténtica aceptación, constituyéndose el interesado en heredero.
– El heredero sólo responderá de las deudas que pueda tener la herencia con los bienes que la componen, nunca con los suyos propios. Así, la aceptación sólo puede tener efectos neutros o positivos, pero no negativos.
– Sigue conservando los créditos que tenga contra el patrimonio del difunto, es decir, gozará de la condición de acreedor con respecto a los bienes hereditarios.
– No se confunden los patrimonios del fallecido y del heredero.
Como puede ver, son todo ventajas. Y la cosa no acaba ahí: el llamado a la herencia puede pedir al juez la formación de un inventario, disfrutando del derecho a deliberar, una vez concluido aquel, durante 30 días. Pasado el plazo deberá manifestar si acepta o repudia la herencia. Si no se pronuncia, se entenderá que la acepta pura y simplemente (adquiere la condición de heredero con todos sus beneficios y perjuicios).
Proceso de renuncia
No tiene demasiada complejidad: quien quiera renunciar a una herencia deberá hacerlo de forma personal, libre de cualquier coacción ajena. No puede renunciarla imponiendo condiciones ni ninguna otra particularidad. A diferencia de la aceptación, la renuncia debe hacerse por escrito, público o auténtico. Este documento se presentará al Juez competente para conocer el proceso para la división de la herencia.
Imagínese que alguien repudia la herencia de alguien que murió sin testamento, pero sorpresivamente aparece un testamento que era desconocido. ¿Qué ocurre en estos casos? Pues que la ley permite aceptar la herencia que, en un primer momento, fue renunciada.
¿Por qué en algunos casos es bueno decantarse por la renuncia?
Aunque exista la figura de la aceptación a beneficio de inventario, sin embargo, en casos excesivamente complejos, con muchas deudas del fallecido, es mejor que el heredero se desentienda de todo el proceso de embargos y liquidaciones. Nada positivo puede obtener de él.
Piense también en los casos en los que la situación del difunto, aun después de haber elaborado un inventario, es tremendamente confusa. A lo mejor surgen en el futuro nuevas deudas, una vez que se haya extinguido todo el patrimonio.
Para evitar todo este tipo de situaciones, después de hablar con el cliente, el abogado no descartará aconsejarle que renuncie a una herencia cuando las circunstancias lo requieran.
Es difícil decir, a priori, cuánto puede ahorrarse una persona al no tener que afrontar las deudas hereditarias. Tengo conocimiento de casos en los que el fallecido apenas tenía nada y debía un par de meses de alquiler; aquí se pudo ahorrar el cliente unos 1.400 €. Pero cuando el patrimonio hereditario tiene unas deudas considerables, algunos herederos se han ahorrado 40.000 €, 75.000 € o muchos más euros.
Siempre gracias a la ayuda de su abogado. Por eso es bueno que siempre siga sus instrucciones, para no equivocarse en cómo renunciar a una herencia.
Fuente: Noticias Juridicas – Marieta Martínez
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Autor: Antonio Villoro Murciano
