Las modificaciones en materia fiscal o de cotización suele ser uno de los temas que más preocupan a los autónomos, y este año ha comenzado con algunos cambios a este respecto. A continuación recopilamos las principales novedades que deberán tener en cuenta los trabajadores por cuenta propia a partir del 1 de enero.
Sube la cuota de autónomos
Quizá el cambio que más espacios ha ocupado es el incremento de la cuota de autónomos, que sube 5,36 euros al mes. Por tanto, los autónomos pasarán de pagar 277,94 euros a abonar 283,30. Esta ampliación está ligada al aumento del 1,25% de la base mínima de cotización, que pasa de 932,70 a 944,30 euros mensuales. Por el contrario, la base máxima aumenta un 7%, por lo que asciende a 4.069 euros.
En el caso de los autónomos societarios, la cuota también sufre ligeros cambios. A partir de este año pagarán 7,22 euros mensuales más, por lo que la cuantía final asciende a 364,22 euros al mes.
La tarifa plana también se incrementa 10 euros
Esta iniciativa para los nuevos autónomos se mantiene, pero también se encarece. En este caso, todas aquellas personas que se den de alta como autónomos por primera vez en 2019 tendrán que pagar una cuota de 60 euros mensuales durante el primer año (en lugar de los 50 euros anteriormente vigentes). Esta tarifa incluye las contingencias comunes y profesionales, si bien los nuevos autónomos no tendrán que cotizar por cese de actividad. Las bonificaciones posteriores actuales se mantienen.
Otra importante novedad es que las mujeres autónomas podrán solicitar la tarifa plana de 60 euros a lo largo de un año durante los 24 meses siguientes a la baja por maternidad, sin verse obligadas a parar su actividad previamente.
Mejoran las prestaciones sociales
El aumento de la cuota tiene una contrapartida positiva: los autónomos disfrutarán de mejores condiciones sociales. Una de ellas es el derecho a paro para todos los trabajadores por cuenta propia, algo que hasta ahora se denegaba al 70%. También tendrán derecho a la prestación por contingencias profesionales, que se empezará a cobrar desde el primer día de la baja. Además, dejarán de cotizar desde el segundo mes por incapacidad temporal o enfermedad. Asimismo, todos los autónomos tendrán la oportunidad de acceder a formación continua, independientemente de su situación. Finalmente, la ayuda por cese de actividad se flexibiliza, y su duración se amplía de 12 a 24 meses como máximo, mientras que el mínimo pasa de 2 a 4 meses.
Se endurecen las sanciones para los falsos autónomos
Esta es otra de las medidas implementadas a partir de este año, cuyo objetivo es cambiar la conciencia de aquellas empresas que aprovechan la figura del falso autónomo (un supuesto trabajador por cuenta propia cuyas condiciones corresponden a trabajadores en nómina). A partir de 2019 esto será una infracción grave, ante la cual responderán las empresas con multas que oscilan entre los 3.000 y los 10.000 euros por cada trabajador que se encuentre en esta situación.