La libertad que permiten los sistemas abiertos en contadores energéticos (repartidores de costes y contadores de calorías) representan una ventaja diferencial para los usuarios, frente a los riesgos de los sistemas cerrados.
La directiva europea de eficiencia energética que entra en vigor el 31 de diciembre de 2016, supone que las familias españolas, también europeas, sabrán el consumo que realizan en agua y calefacción y, lo que es más importante, sabrán cómo variar sus hábitos de consumo para reducir su gasto.
En este sentido, el mayor alcance de esta norma se cierne sobre los edificios con sistemas centralizados, que en España afecta a 1,1 millones de viviendas.
La nueva normativa exige por tanto conocer los consumos individuales y, en el caso de las calefacciones centrales, instalar repartidores de costes o contadores de calorías en sus viviendas, para que cada vecino conozca y pague solamente su consumo.
La medición individualizada de consumos propiciará, por una parte, que cada ciudadano pague solamente lo que consuma y, por otra, concienciarse del gasto y poder desarrollar hábitos de ahorro que quizá antes no se tenían en cuenta. Por ello, cuanto antes se instale, antes se empezará a ahorrar.
Ahora bien, la obligación de instalar estos equipos no debe impedir que los usuarios conozcan los tipos que existen y las características de unos y otros con el fin de tomar la mejor decisión de servicio de instalación y de lectura posterior.
En este sentido, una de las principales diferencias es la compatibilidad de los sistemas abiertos con la tecnología de otros fabricantes, lo que permite al usuario decidir libremente con qué compañía quiere contratar el servicio de lectura una vez que los equipos ya están instalados y, sin embargo, los sistemas cerrados imponen a la empresa lectora y, por tanto, no dejan capacidad de elección a los usuarios. Esto puede acarrear riesgos técnicos y económicos para las comunidades de propietarios que los vecinos deben conocer para tomar la mejor decisión en beneficio de sus viviendas y de su ahorro.
Desde nuestra experiencia como una de las principales compañías españolas dedicadas a la medición y liquidación individual de consumos de agua y calefacción, hemos sido pioneros en la investigación e innovación de los dispositivos aplicados a estos procesos con el fin de mejorar el bienestar de los usuarios y ahorrar costes económicos y energéticos, optando por sistemas abiertos que permiten al usuario una mayor libertad para contratar o cambiar el suministrador del servicio de medición y liquidación.
Los ahorros serán significativos. El IDAE (Instituto para la diversificación y ahorro de la energía) estima un ahorro de hasta el 30% en los gastos de calefacción de un edificio, mientras que una familia española ahorrará una media de 180€/año de gasto en calefacción.
Fuente: comunidades.com